domingo, 6 de marzo de 2011

No esperes que te diga que te quiero, que no pare de pensar en ti, que esté pendiente de donde estás, de lo que haces, de lo que dices. Porque eso, ya lo hice, y no sirvió de nada. Además paso de mentir, que eso es lo tuyo. No esperes tampoco que valla hacia ti, buscando una palabra, una mirada, una sonrisa, un te quiero. Porque eso son cosas que han perdido el significado, el valor, si provienen de ti. No es porque me hayas transmitido tu cobardía, sino porque no necesito hacerlo. Y si alguna vez te dedico una mirada, una sonrisa, un te quiero; no te sientas especial.

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