miércoles, 20 de octubre de 2010

Tu cuento me ha arañado el alma, pero hace años que me juré a mi mismo no volver a sufrir por estas historias... Justo desde aquella noche que permanecí en vela esperando el ansiado beso mágico de mi Princesa... Una señal de amor que jamás llegó.
Prometo asomarme mañana de nuevo a tu fábrica de sueños, pero ahora necesito descansar. Además de croar, también los sapos solemos dormir de noche...

No hay comentarios:

Publicar un comentario